"Cuando el arte se une a la luz, se crea una magia que ilumina el alma", dice Jasper, uno de los guías de la Fabrique des Lumières, al recibir a los visitantes en la entrada. El espacio en sí es una obra de arte; las bóvedas de la nave, antaño llenas del rugido de la maquinaria, son ahora el lienzo sobre el que bailan la luz y el color.
La primera exposición, "De Vermeer a Van Gogh, maestros holandeses", da vida de forma espectacular a las obras de estos pintores legendarios. "Aquí vemos cómo estos maestros captaban lo cotidiano, iluminando meticulosamente cada detalle", dice Jasper, señalando las vívidas proyecciones de paisajes urbanos e invernales. "Fíjese en la luz, en cómo ilumina cada tema como si el propio sol brillara dentro de la sala".
Acompañado por los suaves tonos de la música clásica, el espacio parece casi sagrado, un templo dedicado al arte de observar y capturar la vida. Cada rincón de la sala ofrece una nueva perspectiva, un nuevo mundo en el que adentrarse.
A continuación, en marcado contraste con la serena atmósfera de los maestros holandeses, está la exposición "Mondrian, un exceso de color". "La obra de Mondrian es una explosión de color y forma, un espectáculo visual que invita a los visitantes a explorar cómo la simplicidad puede resonar con la complejidad", explica Jasper. El acompañamiento musical abarca desde los sonidos minimalistas de Ólafur Arnalds hasta los enérgicos ritmos de Quincy Jones, reflejo de la naturaleza dinámica del arte de Mondrian.
Además de estas dos atracciones principales, la Fabrique des Lumières también presenta "Horizontes infinitos", una exposición contemporánea en el Estudio. Esta experiencia ofrece a los visitantes un viaje a través de paisajes abstractos e infinitos, una exploración simbólica de lo que el arte puede ser y lograr.
Jasper termina su recorrido con una invitación a quedarse y reflexionar. "El arte no es sólo para mirar; es para experimentar, para vivir. Aquí, en la Fabrique des Lumières, damos vida a esa experiencia. Esperamos que se inspiren y vuelvan con nuevos ojos a la belleza que les rodea cada día".
A medida que las luces se atenúan y la música se desvanece, las imágenes y las emociones perduran, un recordatorio duradero del poder del arte, ahora iluminado por la moderna tecnología de Fabrique des Lumières.
Las tres exposiciones inmersivas pueden verse a diario en Fabrique des Lumières. De lunes a jueves, el centro de arte inmersivo abre de 10.00 a 17.00 horas, los viernes y sábados de 10.00 a 21.00 horas y los domingos de 10.00 a 18.00 horas.