Al entrar en Secret Garden, los visitantes se sienten transportados a otro mundo. Rodeado de naturaleza verde y vibrante y arte contemporáneo, uno se siente inmediatamente aliviado de la rutina diaria. "Es como entrar en un oasis escondido lejos del caos de la ciudad", dice Thijs, un visitante habitual. "Cada vez que vengo, descubro nuevos sabores y obras de arte que me inspiran".
La carta de Secret Garden refleja el espíritu artístico e innovador del restaurante. Con platos como el tradicional ceviche peruano, el solomillo con chimichurri y la langosta a la parrilla con crema de maíz, el menú ofrece una paleta de sabores tan rica y diversa como las culturas que representa. La comida suele servirse al estilo de "cena compartida", lo que contribuye a crear un ambiente acogedor, casi hogareño.
Una cena en Secret Garden no está completa sin explorar su extensa carta de vinos y cócteles. Los cócteles, a menudo inspirados en la evolución de la cocina nikkei, son innovadores y refrescantes. "Aquí los cócteles no son sólo bebidas, sino obras de arte en sí mismas", señala el barman Lucas.
Además del restaurante, Secret Garden también ofrece un animado bar y salón donde los clientes pueden disfrutar de las melodías de los DJ residentes. Por la noche, este espacio se transforma en un vibrante local social, ideal tanto para tomar unas copas después del trabajo como para salir por la noche.
Secret Garden destaca no sólo por su cocina y sus cócteles, sino también por su excepcional servicio y hospitalidad. El personal hace todo lo posible para que cada huésped se sienta especial y valorado. "Nuestra misión es ofrecer a cada cliente una experiencia inolvidable, en la que pueda evadirse de la realidad por un rato y sumergirse en la magia de nuestro jardín", explica Sofía, la gerente.
Para quienes buscan una experiencia gastronómica que estimule los sentidos y alimente el alma, Secret Garden es una excelente elección. Es un lugar donde el arte, la cultura y la cocina se unen en armonía, listos para ser descubiertos.