Al entrar en Margaux, se siente inmediatamente el encanto de una auténtica brasserie francesa, algo que los propietarios han conseguido con mucha pasión y trabajo. La decoración es elegante sin ser pretenciosa, lo que encaja bien con el concepto de "lo que ves es lo que hay". La decoración informal pero con estilo contribuye a crear un ambiente en el que uno se siente inmediatamente bienvenido.
La carta de la Brasserie Margaux es una oda a la cocina clásica francesa. Sin demasiadas complicaciones, pero preparados con gran esmero, encontrará platos que llevan la esencia de Francia a su plato. El menú del mediodía, en particular, destaca por sus platos cálidos y tradicionales. Desde tartines cremosas hasta baguettes rellenas, la oferta es amplia y atractiva. Las tartaletas y baguettes no sólo son un festín para la vista, sino también para el paladar.
Una característica especial de la Brasserie Margaux es la bodega de vinos añejos, un tesoro de vinos raros y sabrosos. Esta impresionante colección de 300 vinos, accesible tanto a los principiantes como a los entendidos, promete ser el complemento perfecto para su comida. Una buena copa de vino nunca está lejos y se suma a la completa experiencia francesa que ofrece la Brasserie Margaux.
En resumen, Brasserie Margaux es una visita obligada para todo aquel que desee disfrutar de una auténtica brasserie francesa en Oud-Zuid. El restaurante recibe clientes durante toda la semana, por lo que siempre tendrá la oportunidad de descubrir este nuevo lugar de moda. Tanto si desea un almuerzo rápido como una cena elaborada, Brasserie Margaux está listo para impresionar.