El Festival Fringe de Ámsterdam es un festival no seleccionado, indómito ni juzgado: una oda a la locura teatral, el espíritu independiente y un alegato a la libertad artística. Con 10 días de 80 representaciones diferentes en más de 40 lugares distintos. Para el Fringe, Ámsterdam es una ciudad que sólo florece con luz artificial. Una ciudad que se despierta en el crepúsculo, una ciudad que bulle y se cuece, atrayendo como un imán gigante a músicos, artistas callejeros, teatreros, magos, encantadores de serpientes, cerebritos nerd-chic, escenógrafos y post-vanguardistas.